Las imágenes pertenecen a la fiesta de los años 2017 y 2019.
Un año más, la parroquia de Soto celebró la fiesta de Nuestra Señora de Miravalles. El buen tiempo ayudó a que hubiese gran afluencia de público con ganas de pasar un día de campo en familia y/o con amigos entorno a un mantel portador de una tortilla, una empanada, o una ensaladilla rusa, casi siempre presentes en este tipo de fiestas.
Como es costumbre, a las once de la mañana unos boladores anunciarón la salida de la Santina de la iglesia del pueblo de Soto en procesión hacia la ermita de Miravalles. Encabezaba la comitiva un grupo de gaiteros, detrás de estos la Santina seguida de "l´ramu". Toman un atajo que atraviesa una vega que se encuentra a espaldas del pueblo y accede nuevamente a la carretera para continuar hasta la ermita.
A las doce dio comienzo la santa misa, luego, Nuestra Señora de Miravalles salió en procesión alrededor de la ermita, y una vez de regreso finalizó la misa. Acto seguido se procede a la "puya l´ ramu", pan elaborado con harina de escanda.
Tiempo para refrigerarse en el bar de la comisión, comer, charlar con la familia y amistades, y a las seis de la tarde, Nuestra Señora de Miravalles sale de la ermita de regreso a la iglesia parroquial, donde permanecerá hasta el próximo año.